1 CORINTIOS 1. EL MENSAJE DE LA CRUZ

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EL MENSAJE DE LA CRUZ
1 CORINTIOS 1:18 ¡El mensaje de la cruz es una ridiculez para los que van rumbo a la destrucción! Pero nosotros, que vamos en camino a la salvación, sabemos que es el poder mismo de Dios. 22 Es ridícula para los judíos, que piden señales del cielo. Y es ridícula para los griegos, que buscan la sabiduría humana. 23 Entonces cuando predicamos que Cristo fue crucificado, los judíos se ofenden y los gentiles dicen que son puras tonterías. 24 Sin embargo, para los que Dios llamó a la salvación, tanto judíos como gentiles, Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de Dios. NTV.
El mensaje de la cruz que se predica por los fieles siervos de Dios en el presente, sigue siendo una completa ridiculez para un gran número de personas, que rechazan la existencia de un súper héroe, que con su muerte en una cruz salvó a toda la humanidad de una condenación eterna. Esta manera de pensar en cuanto al mensaje de la salvación y vida eterna, no es nada nuevo, ya que en la misma época cuando los discípulos de Jesucristo proclamaban este mensaje, muchos judíos, griegos y gentiles lo rechazaron y tacharon a los siervos de Dios como locos, pues el mensaje que proclamaban era una completa ridiculez, pues para ellos, la salvación de la humanidad, no dependía de la muerte de un solo hombre, y peor aún de la manera más humillante que había entregado su vida, este supuesto super héroe. La muerte en la cruz estaba asociada con la idea de todo lo que es vergonzoso y deshonroso; y hablar de salvación sólo por los padecimientos y la muerte de un crucificado era algo apropiado para suscitar sólo un escarnio sin paliativos en los corazones de los tales.
La Buena Noticia pregonada por los siervos de Dios, a los judíos les pareció algo ridículo, porque a ellos se les había enseñado que el Mesías sería un rey conquistador, al que acompañarían señales y milagros, pero el supuesto Mesías que había llegado a este mundo, no fue un rey conquistador, ni liberó a su pueblo del yugo romano, por lo contrario, murió de la manera más humillante para los hombres de esa época. Jesús en su venida a este mundo, no restauró el trono de David como los judíos esperaban que lo hiciera. Además, fue ejecutado como un criminal común, y, ¿cómo un criminal podría ser un salvador?. Los griegos también consideraban que el evangelio proclamado por los seguidores de Jesucristo era algo burdo y absurdo: pues no creían en la resurrección corporal; no veían en Jesús las características poderosas de los dioses de su mitología, y pensaban que una persona con reputación no debía ser crucificada. La muerte era una derrota, no una victoria.
En el tiempo presente, las buenas nuevas de salvación y vida eterna en Jesucristo, todavía parecen tontas y absurdas para muchas personas, ya que el contenido del evangelio no es sencillamente una ideología entre tantas otras ideologías creadas por los hombres, pues ninguna ideología humana puede salvar al pecador de su condenación eterna, en tanto que el plan de salvación revelada por Dios a sus siervos lo puede hacer, debido que Jesucristo entregó su preciosa vida, como pago para liberar de la condenación a todos los que aceptan su mensaje de Salvación. No todas las personas se niegan a escuchar el evangelio anunciado, pues algunas personas sienten interés de escucharlo, pero las palabras escuchadas no los lleva definitivamente a los pies de Cristo. Este grupo de personas desean que el evangelio predicado por los siervos de Dios, esté acompañado por señales milagrosas similares a las realizadas por Jesucristo mientras estuvo en este mundo. Ya que creen que al ver estas señales milagrosas, realmente aceptaran el evangelio de la cruz y entregaran sus vidas a Él.
Queridos hermanos. La sociedad actual, por naturaleza espera algo más de lo que Dios les ofrece, por eso para creer en el evangelio de la cruz, esperan que el mensaje de la cruz esté acompañado por grandes prodigios y señales milagrosas.